Minimiza las consecuencias de comer demasiado con estas 4 sencillas sugerencias.
Hidrátate
Para hidratarte, además de beber el agua sola, puedes considerar sopas de verdura o caldos con poca grasa incluye sopas en tu alimentación y frutas. En ocasiones sentimos hambre cuando lo que en realidad necesitamos es hidratarnos.
Duerme
El cansancio suele ser uno de los principales motivos por los que sentimos hambre por las calorías que hemos ingerido. Cuando no respetamos las horas de sueño, las hormonas que regulan el apetito se descontrolan logra un sueño profundo.
Cuando la hormona de la leptina disminuye (la directamente relacionada con la sensación de saciedad), aumenta la grelina (aquella que estimula el apetito) y con ella, las ganas de comer, para colmo, favorece los antojos de azúcar. En ese momento te recordamos consumir frutas.
Come una ensalada ligera
Cuando se es consciente de que se ha caído en un exceso puede que sientas que no quieres volver a comer nunca más.
Sin embargo, es importante optar por algo ligero unas horas posteriores. Evita quesos, o aderezos cremosos, las carnes procesadas y el pan (alimentos que tardan mucho en digerirse).
En cambio, llena tu plato de verduras y compleméntalo con frutas. Además de ser nutritivo, te sentirás ligera frutas detox, tus mejores aliadas.
Retoma la rutina
Cuando al siguiente día te levantes por la mañana, retoma tu rutina habitual.
No trates de portarte “demasiado bien” o probar extremos para compensar los exceso del día anterior o posiblemente vuelvas a caer en excesos.
Come lo habitual, haz tu entrenamiento y trata de controlar el estrés en la medida de lo posible.
PRONAPRESA
"Porque prevenir es mejor que curar"