La falta de una alimentación adecuada puede conducir a enfermedades por déficit de vitaminas. Estas últimas son micronutrientes esenciales que se encuentran presentes en una amplia variedad de alimentos de consumo regular, aunque en pequeñas cantidades.
Hasta hace algunos años se hablaba de la consecuencia de no consumir determinados alimentos; sin embargo, después se descubrió que, en realidad, lo necesario para mantener la salud eran las sustancias contenidos en los mismos. ¿Qué ocurre si no hay suficientes vitaminas?
Enfermedades por déficit de vitaminas
Hay trece tipos de vitaminas en total. Todas estas corresponden a un grupo de compuestos orgánicos que actúan en conjunto con las enzimas, y forman parte de los procesos metabólicos del cuerpo. Si bien se consideran micronutrientes, son vitales en la dieta.
Cuando hay un déficit que se sostiene a mediano o largo plazo, aumenta la probabilidad de desarrollar ciertas enfermedades. ¿Cuáles? A continuación, detallamos las más relevantes.
Alteraciones de la vista y vitamina A
La deficiencia de vitamina A se relaciona con alteraciones en la vista. En particular, genera sequedad ocular o xeroftalmia, que con el paso del tiempo podría progresar hasta ceguera nocturna.
Así pues, para evitar estas complicaciones, hay que ingerir aquellos alimentos que contienen precursores de la misma, como los carotenoides. Por lo general, se pueden obtener a través de alimentos como:
- Huevo.
- Leche.
- Pescados como el salmón.
- Hígado.
- Vegetales de hoja verde oscuro.
- Mangos.
- Papayas.
- Tomates.
- Zanahoria.
- Zapallo.
- Maíz.
La recomendación diaria de este nutriente depende de la edad y sexo. Según lo expresado en National Institute of Healt los valores para los adultos son de 900 microgramos en hombres y 700 en mujeres.
Anemia y déficit de vitamina B12
Existe un tipo de anemia, llamada perniciosa, que está causada por la deficiencia de vitamina B12 o cobalamina. Esta sustancia contiene en su interior cobalto, un mineral que es necesario para la producción de glóbulos rojos.
Al ser sintetizada solo por bacterias, el aporte en humanos está determinado por el consumo de alimentos de origen animal. De este modo, todas aquellas personas que tienen una dieta vegana o vegetariana pueden llegar a padecer este problema.
Según entidades como National Institutes of Health (NIH), la recomendación diaria de cobalamina para los adultos de ambos sexos es de 2,4 microgramos al día. Este aporte puede cubrirse con suplementos, sobre todo en aquellos que llevan una dieta basada en alimentos vegetales.
Lesiones en la piel y carencia de vitamina C
En sus primeras etapas, la carencia de vitamina C puede ocasionar sangrado de encías y cicatrización lenta de las heridas. Sin embargo, hace muchos años, la ciencia descubrió que, en periodos avanzados, genera una patología llamada escorbuto.
En adición a los síntomas mencionados, esta condición genera fatiga, dolor en las articulaciones y lesiones cutáneas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, su prevalencia es rara desde que se conoce la importancia que tiene el aporte de este nutriente.
Algunos alimentos que contienen vitamina C son los cítricos, el kiwi y el pimiento. No obstante, hay que considerar que parte de la misma se pierde por la cocción o la exposición a temperaturas de verano. Una opción segura para complementar la dieta es el uso de suplementos.
La falta de vitamina C en el organismo se relaciona con la dificultad para la recuperación ante heridas cutáneas. Este nutriente está presente en alimentos como los cítricos.
Defectos neurológicos y ácido fólico
Diversos estudios han sugerido que el aporte de ácido fólico (vitamina B9) en mujeres embarazadas previene defectos neurológicos en el feto. Asimismo, la suplementación parece tener otros efectos beneficiosos, como la prevención de la enfermedad cardíaca congénita y hendiduras orales.
Las fuentes alimentarias principales son las hojas de color verde oscuro, el hígado y el riñón. Según la Organización Mundial de la Salud, quienes intentan quedar embarazadas, hasta las 12 semanas de la gestación, deben tomar 400 microgramos de ácido fólico al día.
Fragilidad ósea por carencia de vitamina D
Una de las funciones de la vitamina D en el cuerpo es mantener la salud ósea mediante la absorción adecuada del calcio. Cuando no hay aporte suficiente de la misma, aparecen enfermedades como el raquitismo y la osteomalacia.
En los seres humanos, esta sustancia se forma cuando la piel se expone a los rayos ultravioleta de la luz solar. De igual forma, se puede obtener por alimentos de origen animal como los huevos, la leche y las carnes, aunque solo en un 10 %.
¿Qué recordar sobre las enfermedades por déficit de vitaminas?
Cuando la alimentación es equilibrada, es difícil que exista una deficiencia de vitaminas. Sin embargo, pueden darse situaciones en las que las recomendaciones están aumentadas, como sucede en el embarazo o en algunas patologías.
De ser así, es importante ajustar la dieta, ya que la falta de estos micronutrientes pueden conducir a problemas de salud. Para ello, conviene acudir a consulta con un profesional en nutrición y evaluar la posibilidad de usar suplementación.
¿Y tú qué opinas?