Si te has propuesto a adelgazar pero tu peso se mantiene intacto, o notas hinchazón en tu rostro, cuerpo o problemas como celulitis entonces es posible que estos síntomas indiquen que tu sistema linfático no está funcionando de manera correcta.
Cuando hay problemas en la circulación de la linfa, suelen acumularse toxinas y los órganos se someten a una carga excesiva de ellas pero ¡hay buenas noticias!
Es posible lograr su correcto funcionamiento para mejorar tu bienestar y lograr perder peso. Te recomendamos cosas sencillas como tener más movimiento durante el día e hidratarte correctamente.
A continuación te compartimos algunas de las ventajas de activarlo además de unos ejercicios que cumplen con el objetivo de acelerar la circulación de la linfa.
Su efecto será aún más beneficiosos para aquellos que no suelen moverse mucho durante el día.
Algunas ventajas:
- Elimina el exceso de líquidos en tu cuerpo
- Refuerza tu sistema inmunológico
- Fortalece tu sistema nervioso
- Pierde peso
- Mejora el tono de tu piel
Masajea la zona superior de tu cuerpo
Primeramente debes cruzar los brazos sobre el pecho de manera que los dedos de la mano izquierda se encuentren debajo de la clavícula derecha y los de la derecha debajo de la izquierda. Alza los codos para que tus dedos presionen dichas zonas y se hundan en los huecos. Exhala el aire cuando realices estas presiones, repite de 15 a 20 veces.
Utiliza las plantas de tus pies
Mantente de pie, erguido y con los brazos pegados al cuerpo. Mantente de puntillas por un segundo y luego baja y rueda apoyándote sobre los talones. Puedes hacer este movimiento 20 veces.
Dirígete a la zona del estómago
Ponte de pie o siéntate con la espalda recta. Junta los dedos pulgares de ambas manos simulando una pinza. Inhala colocando los dedos debajo de las costillas, mejor conocido como el plexo solar. Redondea tu espalda y presiona este punto. Mantente de esta forma por un segundo y luego empieza a enderezar la espalda. Repite de 15 a 20 veces.
Ejerce presión en las rodillas
Siéntate sobre una superficie plana, dobla las rodillas y junta las plantas de los pies. Coloca las manos sobre las rodillas y ejerce presión a un ritmo acelerado. Repite 30 veces.
Rodillas al pecho
Acuéstate sobre una superficie plana, dobla las rodillas para acercarlas hacia el pecho y después estira las piernas. Debes hacerlo de forma rápida pero sin que la respiración sufra alteraciones. Realiza este ejercicio 20 veces.
Masajea tu rostro
Realiza movimientos ligeros con los dedos de ambas manos desde el centro de la frente hacia las sienes 10 veces.
Realiza movimientos con los dedos índices de ambas manos sobre los huesos que están debajo de los ojos 10 veces.
Desplaza los dedos índices de ambas manos presionando ligeramente desde el punto encima del labio superior hacia los lados, desde la comisura hacia los lados y desde el centro de la barbilla hacia arriba y laterales. Cada uno 10 veces.
PRONAPRESA
"Porque prevenir es mejor que curar"
