Los arándanos , unas pequeñas bayas de color azul oscuro o rojo, y sabor dulzón con un toque ácido, pertenecen a la familia de los frutos del bosque y son una de las frutas más saludables del planeta. Lo son porque tienen un alto contenido en antioxidantes los cuales, entre otros beneficios, combaten el envejecimiento prematuro neutralizando los radicales libres, combaten inflamaciones, son buenos para el corazón, la vista, la memoria y en dietas de pérdida de peso.
Su composición y valor nutricional son un tesoro para nuestra salud, y además, los arándanos son bajos en calorías, 100 gramos de nos aportan 46 calorías. No dejan de aparecer estudios que revelan sus efectos beneficiosos para la salud, incluso algunos investigadores los han calificado de “la fruta del siglo XXI”.
Estudios realizados en la Universidad de Clemson y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos califican al arándano como el alimento de mayor poder antioxidante entre 40 vegetales analizados. Este poder antioxidante es debido a la acción combinada de sus ácidos orgánicos y las 15 antocianinas que les confieren su peculiar color (entre las que destacan la mirtilina, la cianidina, la definidina, la malvidina, la peonidina y la petunidida). Además, contienen flavonoides y taninos, y una amplia diversidad de minerales esenciales como el manganeso, vitamina C) y varias vitaminas del grupo B. Y por si fuera poco, según el Food and Drug Administration (FDA), el arándano es un alimento libre de grasas y sodio.
Podemos comprarlos frescos, congelados, desecados, prensados, en zumo o gelatina. La mayoría de expertos coincide en que los congelados mantienen las vitaminas y antocianinas. En cambio, los desecados y los calentados para elaborar mermelada o zumo pasteurizado pierden mucha vitamina C. Suelen tomarse de postre, pero también en zumos u otras preparaciones para el desayuno. Las combinaciones con frutas siempre dan buen resultado. Se puede optar por frutos rojos, como fresas, frambuesas o grosellas, o elegir un contraste con mango, manzana, o piña.
Los arándanos silvestres suelen tener peor aspecto pero un sabor más puro que los cultivados. Hay que elegir los que estén firmes, sin partes húmedas ni dañadas. Cuanto más aromáticos, más sabrosos. Se guardan en la nevera, donde se conservan unas tres semanas, y no se lavan hasta que se vayan a utilizar.
Propiedades y beneficios
Aquí un breve resumen de los beneficios para nuestra salud que nos aportan. Los arándanos son útiles para nuestra vista y prevenir enfermedades degenerativas de los ojos como cataratas. Tiene acción antiinflamatoria, contribuyen a prevenir enfermedades cardiovasculares, retrasan el envejecimiento. Combaten infecciones urinarias, protegen los vasos sanguíneos, previenen el estreñimiento…
Buenos para el corazón
Según un estudio realizado por el investigador E. Mitchell Seymour, de la Universidad de Michigan (EEUU) comer arándanos y seguir una dieta saludable, protegería de varios factores de riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes, como la acumulación de grasa abdominal y los niveles altos de colesterol y azúcar en sangre.
Además, las propiedades del arándano fueron extensivamente estudiadas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, que llegó a la conclusión de que uno de sus componentes, conocido como pterostilbeno, es útil en la prevención de enfermedades cardíacas y de la diabetes.
Protegen nuestra memoria
Según el citado estudio, la antocianina es un poderoso revitalizador de la memoria y puede revertir su pérdida a causa de la avanzada edad y otros deterioros neurológicos. Además, los antioxidantes contribuyen a mejorar el estado de ánimo así como también a combatir la anemia. Varios estudios indican que su consumo habitual hace más lento el declive cognitivo asociado al Alzheimer y otras enfermedades degenerativas.
Protegen nuestros ojos
La mejora y optimización de la visión es la ventaja más contrastada de los arándanos. Diversos estudios realizados por la Universidad de Clemson y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos demostró el efecto positivo del arándano en la pigmentación de la retina y la visión nocturna, así como su capacidad de regeneración contra la inflamación retinal, la degeneración macular, la retinitis pigmentaria, el glaucoma y cataratas. En particular, las antocianinas demostraron su efectiva acción para proteger al ojo y regenerar daños provocados en la retina.
Frenan las infecciones de orina
Favorecen la prevención y el tratamiento de infecciones urinarias. Los indígenas americanos ya los usaban con este fin. Actúan mediante un doble efecto. Por una parte, la abundancia de ácidos orgánicos aumenta la acidez de la orina e impide la proliferación de bacterias. Por otra, los flavonoides desinflaman las paredes venosas e impiden que los microorganismos se adhieran y se multipliquen.
También actúan contra las infecciones digestivas. Varios estudios realizados en Estados Unidos, Israel y China han demostrado que los componentes del arándano combaten los virus que causan afecciones digestivas.
Ayudan en las dietas de adelgazamiento
Con un alto poder nutritivo, bajo aporte calórico, bajos en azúcares, ricos en fibra y antioxidantes los arándanos son el aliado perfecto en las dietas de adelgazamiento. Y la clave de este poder adelgazante es la fibra. Al pasar por el sistema digestivo aportando nutrientes o calorías, pero lo más saludable es que ayuda a eliminar grasas y todo aquello que el cuerpo rechaza. Ciertos estudios de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, afirmaron que el consumo de arándanos puede conducir a la reducción de la grasa abdominal.
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