Preocupación y miedo intensos, excesivos y continuos ante situaciones cotidianas. Es posible que se produzca taquicardia, respiración agitada, sudoración y sensación de cansancio.
La ansiedad puede ser normal en situaciones estresantes, como hablar en público o realizar una prueba. La ansiedad es solo un indicador de una enfermedad subyacente cuando los sentimientos se vuelven excesivos, en todo momento e interfieren con la vida cotidiana.
Las crisis de ansiedad, que predominan en las mujeres, suelen aparecer a partir de los 24 años. Suelen estar relacionadas con factores psicosociales pero también con una tendencia o vulnerabilidad genética. Recuerda siempre visitar a un especialista.
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La crisis de ansiedad.
La crisis de ansiedad es un ataque de pánico de inicio repentino. Sus síntomas pueden ser los siguientes, aunque varían según cada persona:
- Palpitaciones.
- Sudoración.
- Temblor.
- Sequedad de boca.
- Dificultades para respirar y sensación de asfixia.
- Dolor en el pecho.
- Náuseas y malestar abdominal.
- Sensación de irrealidad.
- Parestesias (Sensación de hormigueo o pinchazos, generalmente temporal, que suele producirse en brazos, manos, piernas o pies.)
Ante este tipo de crisis lo más recomendable es buscar la ayuda adecuada que nos permita relajarnos y tener una buena salud mental.
¿Por qué se desencadena las crisis?
- No siempre se puede definir el factor que lo causa, por lo que son impredecibles. No obstante, algunas personas sí que aprenden a detectar las situaciones que condicionan estas crisis, de manera que puedan evitarlas.
El tratamiento de las crisis de ansiedad.
Los estudios muestran las dificultades existentes en el tratamiento de las crisis de ansiedad por diferentes cuestiones:
- La persona afectada no pide ayuda profesional.
- No están claras o no se siguen las pautas para tratar las crisis con apoyo psicológico y medicación, según cada caso, a nivel ambulatorio.
Sin embargo, la persona afectada debería recibir un diagnóstico psicológico de su trastorno, las posibles causas y los tratamientos disponibles. Estos deben valorar la psicoterapia, los fármacos y otras posibles vías de acción después de un análisis personalizado.
Siempre se deberá tener en cuenta la edad del paciente, si ha habido tratamientos con anterioridad, el riesgo de suicidio o la gravedad de las crisis de ansiedad, entre muchos otros factores. Por tanto, se requerirá una valoración exhaustiva.
Causas médicas.
Para algunas personas, la ansiedad puede estar relacionada con un problema de salud oculto. En algunos casos, los signos y síntomas de ansiedad son los primeros indicadores de una enfermedad. Si el médico sospecha que la ansiedad que tienes puede tener una causa médica, quizás te indique análisis para buscar los signos del problema.
Algunos ejemplos de problemas médicos que pueden estar relacionados con la ansiedad incluyen los siguientes:
- Enfermedad cardíaca.
- Diabetes.
- Problemas de tiroides, como el hipertiroidismo.
- Trastornos respiratorios, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o el asma.
- Uso inadecuado de sustancias o abstinencia.
- Abstinencia del alcohol, de medicamentos contra la ansiedad (benzodiazepinas) o de otros medicamentos.
- Dolor crónico o síndrome de intestino irritable.
- Tumores poco frecuentes que producen hormonas de reacción de “luchar o huir”.
- En ocasiones, la ansiedad puede ser un efecto secundario de algunos medicamentos.
Consejos generales que ayudan en crisis de ansiedad.
1. Aceite de lavanda
- Hay algunos remedios naturales que nos pueden ayudar a prevenir o calmar los síntomas de las crisis de ansiedad.
- El aceite de lavanda sí ha demostrado ser eficaz para relajar en caso de trastornos que afectan al sistema nervioso, podemos untarlo en la frente o también podemos inhalarlo.
2. Ejercicio físico y relajación
- Mediante ejercicio físico o de relajación podremos ayudar a controlar las crisis y aportar bienestar.
- El ejercicio físico no es la solución a los ataques de ansiedad. No obstante, los estudios muestran que puede ayudar junto con otras medidas. Por ejemplo, realizando entrenamiento aeróbico tres veces por semana.
- Del mismo modo, también deberán buscarse métodos de relajación muscular. Esta dependerá de los gustos y la personalidad del paciente, que puede probar con actividades como el yoga o cualquier actividad que sea de su preferencia.
3. La respiración
- Como hemos dicho, la dificultad para respirar es uno de los síntomas de la crisis de ansiedad. La hiperventilación por ejemplo, podría incluso iniciar o mantener la crisis. Por el mismo motivo, aprender a controlar la respiración podría ser importante durante la crisis y a modo de tratamiento.
- El reentrenamiento respiratorio podría reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques de ansiedad. Por ello, cualquier terapia encaminada a este objetivo podría resultar beneficiosa.
4. Psicoterapia
- La psicoterapia resultar ser efectiva para tratar a largo plazo las crisis de ansiedad y los estados de estrés.
- Más allá del momento en que sufrimos la crisis de ansiedad, la psicoterapia debe ser el tratamiento a largo plazo para superarla de manera definitiva. Además, el paciente puede asistir a charlas de apoyo y grupos de autoayuda, si lo desea.
- El psicoterapeuta será el encargado de indagar en los problemas emocionales relacionados con este trastorno. Además, se evaluarán las causas y de qué manera la ansiedad se manifiesta en afecciones corporales.
- Entre las diferentes opciones destaca la Terapia Cognitiva Conductual (TCC), la cual ha demostrado su eficacia en esta patología. La TCC enseña al paciente diferentes formas de pensar, comportarse y reaccionar ante sus propios sentimientos, los cuales llevan a las crisis.