El síndrome de Reiter es una afección que afecta las articulaciones desencadenando artritis reactiva, afecta también los ojos provocando conjuntivitis, asimismo ocasiona daños en la uretra y en la piel, llegando a provocar lesiones cutaneomucosas.
Es muy extraño que esta enfermedad aparezca en los niños, pero sí se puede presentar en adolescentes y es más frecuente en hombres menores de 40 años.
¿Qué es el síndrome de Reiter?
El síndrome de Reiter o artritis reactiva es, como su nombre lo indica, una artritis que se produce como reacción ante diferentes infecciones. La artritis es una inflamación de las articulaciones. Es decir, de los tendones, fascias de los mismos y membrana sinovial, que son las partes que forman cada articulación.
Además de las articulaciones, este síndrome afecta también a otras partes del cuerpo. Estas son, sobre todo:
- Ojos
- Piel
- Aparato reproductor
- Sistema urinario
Esta patología, aunque puede afectar a cualquier persona, se presenta sobre todo en hombres de menos de 40 años de edad. El prototipo de persona que padece esta enfermedad suele ser un hombre de unos 30 años aunque, repetimos, puede darse en cualquier otro grupo etario.
¿Cuáles son sus causas?
El síndrome de Reiter es una artritis, básicamente, y como tal, afecta las articulaciones.
Como ya hemos comentado, suele presentarse tras diferentes infecciones. Aunque sus causas no están totalmente establecidas aún, hay ciertos antecedentes que parecen ser los que más predisponen a este síndrome. Algunos ejemplos serían:
- Tras infecciones intestinales por intoxicaciones alimentarias. Las que más frecuentemente producen artritis reactiva son la Shigella y la salmonelosis.
- Después de padecer infecciones de uretra, tanto en hombres como en mujeres, al haber tenido relaciones sexuales sin protección. Algunas de las enfermedades de transmisión sexual que pueden dar lugar al síndrome de Reiter son, por ejemplo, la clamidia y la gonorrea.
- Aunque no está del todo claro, también se sospecha que la genética pueda tener cierto papel. Se han descrito más casos de síndrome de Reiter en personas con algún familiar directo con antecedentes del mismo.
¿Qué síntomas produce?
Como todas las artritis, el síntoma principal que va a producir este síndrome es dolor en las articulaciones. Normalmente, será en más de una articulación, y afectando a zonas que soportan nuestro peso, como pueden ser las caderas, las rodillas o la zona lumbar de la espalda.
Además de la afectación de las articulaciones, los problemas en los aparatos reproductor y urinario se pueden manifestar como dolor o molestias al orinar, o al mantener relaciones sexuales. Además, en algunas ocasiones puede observarse una secreción blanquecina que sale de la uretra, sobre todo en el caso de los hombres. También puede aparecer la orina teñida de sangre en el momento de la micción.
Puede aparecer también conjuntivitis en los ojos. En cuanto a síntomas generales, es capaz de producir fiebre de pocos grados, malestar general y fatiga. También aparecen úlceras no dolorosas en la lengua o en los labios, los ojos y el aparato genital.
Diagnóstico y tratamiento del síndrome de Reiter
El diagnóstico lo hará, como siempre, un especialista, basándose en los signos y síntomas y en una buena exploración física. Además de esto, pueden realizarse pruebas analíticas de sangre y de orina, y pruebas de imagen, como radiografía o ecografía de la columna o de la articulación afectada.
Una vez establecido el diagnóstico, el tratamiento se basará, sobre todo, en reposo y control de los síntomas. Se pueden prescribir analgésicos y antiinflamatorios. Si se encuentra una causa clara, como una infección de transmisión sexual, el tratamiento de la artritis reactiva se basará en la terapéutica para dicha infección.
Las manifestaciones de este síndrome pueden estar presentes desde algunas semanas hasta meses. Todo dependerá de la intensidad de la infección y de la afectación del organismo, así como de la respuesta de cada paciente al tratamiento y a los procesos que se producen.
Por lo tanto, lo más importante, como siempre, es que ante cualquier síntoma que nos pueda hacer sospechar, acudamos al especialista. El profesional será quien establezca los pasos a seguir para que el proceso vaya lo mejor posible y nos afecte en lo mínimo.
Aún así, en muchos casos, una vez que se ha sufrido una artritis reactivano es infrecuente que tras pasar meses o años esta vuelva a aparecer como consecuencia de alguna otra infección.
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