Nuestro cuerpo siempre está expuesto a distintas enfermedades causadas por agentes como virus y bacterias pero
¿sabías que tu sistema inmune se fortalece con una alimentación sana y equilibrada?
En esta época de epidemia, debemos procurar estar lo más sanos posibles, las defensas pueden resentirse tanto por un exceso de energía (obesidad) como por un déficit energético (desnutrición) teniendo más posibilidades de contraer enfermedades
Asimismo, las dietas desequilibradas con restricción de calorías (menos de 1,200 al día) pueden disminuir la función inmunológica.
Si bien, la cantidad es un factor importante, también la calidad
Existen nutrientes muy específicos que de estar ausentes, afectan nuestro sistema inmune
Cuando las personas deciden empezar una dieta, lo primero que restringen son las grasas
Si bien estas deben consumirse de manera equilibrada, también influyen en el funcionamiento de nuestro organismo
Lo importante es disminuir el consumo de grasas saturadas e incluir grasas esenciales como las que nos ofrece el pescado, frutos secos, aceite de oliva, entre otros
La importancia de las vitaminas
El consumo de frutas y verduras es muy importante por su riqueza en bioactivos, vitaminas y minerales
Un claro ejemplo es la vitamina C, la cual aumenta la producción de interferón, sustancia celular que impide una amplia gama de virus
Alimentos como el kiwi los cítricos y pimientos, así como el tomate y hortalizas tienen vitamina C
Esta vitamina, junto con la E y la provitamina A conocidos como carotenos (frutas amarillas, zanahoria, papaya) cumplen la función de ser antioxidante
Los minerales esenciales
El déficit de hierro disminuye la proliferación celular, es decir, la multiplicación y crecimiento de las células, y la respuesta inmunológica
Podemos encontrarlo principalmente en alimentos como el hígado, carnes, pescado y huevo
La carencia de zinc afecta a los órganos linfoides, es decir los que producen linfocitos y a la respuesta inmunológica
Este mineral podemos encontrarlo en mariscos, semillas de calabaza, quesos curados, legumbres, frutos secos carne, pescado y huevo.
PRONAPRESA
"Porque prevenir es mejor que curar"