Sufrir dolor es una de las principales preocupaciones de los seres humanos, especialmente de los pacientes en los que el dolor se cronifica. En Latinoamérica, datos presentados el pasado mes de agosto en el congreso de la Federación Latinoamericana de Asociaciones para el Estudio del Dolor (Fedelat) alertaban que entre el 27 y el 42% padece dolor crónico.
Este es uno de los motivos por el que el 17 de octubre es el día elegido por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Día Mundial contra el Dolor.
El objetivo es aumentar la conciencia sobre el conocimiento del dolor y cómo se puede ayudar a quienes viven con dolor. El dolor es una sensación desagradable, con un componente emocional desencadenado por el sistema nervioso. Por tanto, es subjetivo y complejo.
El Dr. Antonio Collado es reumatólogo y portavoz de la plataforma Mujer y Dolor. Como recuerda, el dolor crónico es muy frecuente, está presente en una de cada cinco personas de manera constante.
“Una de cada tres de estas personas, al menos, presentan dificultades significativas para mantener las actividades de la vida diaria. Esto supone un enorme coste en términos de sufrimiento humano e impacto socio-económico elevado, que se ha calculado, en determinados países, entre el 1-2% del Producto Interior Bruto e, incluso, por encima del 2% en algún país”, advierte.
Pese a que se ha avanzado mucho en el manejo y en la comprensión del dolor en los últimos años, el experto advierte que muchas de las preguntas permanecen sin respuesta “especialmente en las diferentes dimensiones que tiene el dolor”.
El dolor crónico se desarrolla en dos situaciones, especialmente:
- En enfermedad o lesión crónica, en cualquier tejido corporal (incluido el tejido neurológico)
- En relación a disfunciones del sistema neurológico por diferentes procesos, como la presencia de lesiones crónicas, traumatismos físicos y psicológicos (como la violencia de género), un contexto de estrés laboral o familiar mantenido en el tiempo y el género o sexo: dos de cada tres personas que sufren dolor crónico son mujeres
Entre los retos, el Dr. Collado enumera:
- Desarrollar técnicas de diagnóstico y evaluación del dolor por la imagen más concretas
- Identificar moléculas relacionadas con la actividad de la activación del dolor, para que pueda ser bloqueado, modulado o mejor tratado
- Mejorar los tratamientos de las lesiones de las enfermedades inflamatorias crónicas, que causan dolor
- Realizar más intervenciones precoces en los diferentes factores predisponentes, especialmente en la mujer, con un sistema nociceptivo diferente del hombre que debe conocerse mejor y que debe tratarse de manera diferente
“Debemos seguir avanzando el conocimiento de los mecanismos básicos moleculares del procesamiento del dolor crónico y de su tratamiento de una manera más amable, que no se soluciona con los analgésicos habituales. Centrándonos en la mujer, podremos avanzar de manera exhaustiva”, resume.
El lema para este año de la IASP es: Trasladando el Conocimiento del Dolor a la Práctica Clínica. Para el Dr. Collado, “quizás sea el momento de hacer un esfuerzo más, para que el abordaje multidisciplinar sea una realidad en la evaluación y tratamiento del dolor en todos los ámbitos, abordando todos los aspectos –el farmacológico y el físico- y la terapia psicológica o cognitivo-conductual:
- En el tratamiento farmacológico, es importante usar de manera responsable los analgésicos y los demás medicamentos que se usen, que deben estar siempre recomendados por un profesional sanitario, como un médico o farmacéutico
- En el tratamiento físico, son importantes la fisioterapia, los masajes y los ejercicios adaptados, en sus distintas modalidades, y la relajación
- Las indicaciones psicológicas especialmente basadas en la adecuación de nuestro funcionamiento en las actividades de la vida diaria, reduciendo patrones de persistencia en la actividad, mejora de las posiciones y técnicas de control del estrés serán necesarias y debidamente indicadas y controladas por un profesional”.
PRONAPRESA
"Porque prevenir es mejor que curar"