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Las 10 razones por las que no debes pedir disculpas por ser como eres 😌

las razones para no pedir disculpas por ser quien eres
¿Te la pasas pidiendo disculpas por ser cómo eres? Aprender a querernos y respetarnos forma parte del proceso de crecimiento personal, así como reconocer nuestras responsabilidades y culpas. Saber cómo, cuándo y por qué pedir disculpas, es un arte que puede tomar años dominar, sin embargo, siempre habrán oportunidades por las que pedir perdón sea necesario.

Las 10 razones por las que no debes pedir disculpas por ser como eres

”A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho” 

Pedir perdón por acciones que hemos realizado en contra de otras personas a las que hemos dañado, no significa lo mismo que pedir perdón, por “Ser” quien eres. Ser no es lo mismo que hacer, el ser alude a tu individualidad y unicidad en este mundo. Es tu vida es tu crecimiento personal, eres tu buscando el significado de la vida.

Por otra parte, también en oportunidades utilizamos las disculpas o el pedir perdón para enmendar o enmascarar nuestras responsabilidad, y se convierte en un pésimo habito. El camino hacia el encuentro con nosotros mismos es largo, quizás dure la vida entera, pero es un proceso individual y muy personal. Entonces a veces pedir perdón o pedir disculpas se convierte en una habito molesto, y hacerlo, por ser como eres, es una idea muy negativa, y atenta sobre ti mismo. 

Porque pedir perdón

Hay razones por las cuales nunca debes pedir perdón por ser como eres, las siguientes son algunas de ellas.

  1. Somos individuos. No existe otro ser en el universo igual a ti, tus ojos, tus piernas u otras características físicas pueden ser heredades de tus familiares, pero nunca serás un ser igual a otro, las condiciones sociales ambientales, y las experiencias individuales han forjado el ser que hoy en día eres, eso merece tu respeto.
  2. Todos tenemos diferentes punto de vista sobre las cosas. La perspectiva con la que miramos a los otros es muy distinta de persona a persona, y las reacciones que tomamos referidas a esas percepciones serán siempre muy diferentes. Concilia siempre tu perspectiva con los otros, nunca dejes tu punto, si bien es cierto que siempre vas a tener la razón desde tu perspectiva, siempre media y trata de empatizar.
  3. Tu vida es tuya, nadie nació contigo y nadie morirá contigo ni por ti. Solo tú puedes sentir, saber, pensar y razonar las cosas de tu vida mejor que nadie, si te equivocas solo tú puedes salir afectado
  4. Tus actos solo pueden afectarte a ti. A ti o a las personas que se colocan como tu espejo y estén dispuestas a recibirlas, nada en este mundo nos pertenece solo nuestras propias acciones.
  5. No eres lo que los demás desean ni tienes que serlo. No debes “ser” como otros quieren que tú seas, tú estás al mando de tu propia personalidad.
  6. No haces lo que lo que los demás quieren que hagas, ni tienes porque hacerlo. Eres libre de accionar como quieras, hacer o no hacer es tu decisión y más nadie puede controlar eso
  7. No te comportas como los demás necesitan que te comportes, ni tienes porque comportarte. Tu comportamiento siempre trae consecuencias en el entorno, pero la clave aquí es que esas consecuencias siempre serán para ti, así que ¿porque comportarte cómo otros te dicen? A fin de cuentas, el resultado siempre será para ti.
  8. Estas trabajando en tu propia aceptación. Cuando nos enfrentamos a partes que no nos gustan de nosotros mismo, trabajamos en nuestra propia aceptación, no podemos ser nuestro enemigo constantemente disculpándonos por todo.
  9. Crees en ti mismo. Eres un ser único y perfecto y has puesto tu fé en ti, trabaja siempre desde el compromiso de mejorar pero nunca dejes de creer en ti.
  10. Somos imperfectos y cometemos errores. Uno tras otro. Eso no le resta valor a nadie. Descubre lo mucho que vales sin centrarte en las imperfecciones.

Recuerda siempre, no se trata no reconocer nuestros errores, y andar por la vida dañando a otros sin sentir ningún remordimiento, se trata de entender la diferencia entre “ser” y “hacer”, se trata de tu autoestima y tu individualidad, amarte a ti mismo y ser tu fiel cómplice.

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