La respiración profunda puede ser considerada un ejercicio en el que se contrae y fortalece el diafragma, un músculo en forma de domo situado entre las cavidades pectoral y abdominal.
La respiración diafragmática, como también es conocida, aporta una gran cantidad de beneficios, puede calmar los síntomas de trastornos como el síndrome del intestino irritable, la depresión, la ansiedad y el insomnio.
Dado que se considera una forma de ejercicio muy utilizada en la meditación y la relajación, existen diversas técnicas y variantes de la respiración profunda.
Beneficios de la respiración profunda
- Disminuye la frecuencia cardíaca.
- Baja la presión arterial.
- Aumenta la estabilidad central o de los músculos centrales.
- Incrementa la resistencia al hacer ejercicios de alta intensidad.
- Reduce el riesgo de sufrir lesiones o el desgaste del tejido muscular.
- Disminuye el ritmo respiratorio, de modo que el gasto de energía sea menor.
- Reduce el estrés la respiración profunda es capaz de reducir los niveles de estrés. Esto se debe a que cuando estás estresado tu cerebro libera cortisol.
Ejercicios de respiración
Respiración con los labios fruncidos: Inhala por la nariz, luego exhala por al menos el doble de tiempo con los labios fruncidos, como si estuvieras haciendo parpadear la llama de una vela.
Esto ayuda a hacer que tu respiración sea lenta. También puede ayudar a sacar el aire adicional de los pulmones, que puede acumularse en personas con enfermedades pulmonares como enfisema y COPD, dice Mannino. Esto puede ayudarte a controlar la sensación de falta de aire y facilitar la actividad física.
Respiración diafragmática (abdominal): Para reentrenarte a usar el diafragma con más regularidad, coloca una mano sobre tu abdomen para que puedas sentirlo subir y bajar. Inhala por la nariz y luego exhala por la boca durante dos o tres veces más. Esto puede ayudarte a elevar al máximo tu función pulmonar.
Respiración de "caja": Cuando necesites relajarte o desestresarte, intenta inhalar a la cuenta de cuatro, contener la respiración a la cuenta de cuatro, exhalar a la cuenta de cuatro y contener la respiración de nuevo a la cuenta de cuatro. Repite este método de respiración de cuatro etapas hasta que te sientas tranquilo.