¿Qué es la sinusitis?
La sinusitis es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales que puede ser causada por un hongo, una bacteria o un virus, o bien por una alergia. Los senos paranasales son pequeños huecos llenos de aire; se dividen en senos frontales (están en la parte frontal del cráneo, situados encima de la nariz, es decir, en la frente), senos etmoidales (se sitúan en los laterales de la nariz, entre los huesos) y senos maxilares (localizados en las mejillas). En situaciones normales, el aire pasa a través de los senos sin problema; sin embargo, las personas que padecen sinusitis tienen bloqueados estos espacios y sufren molestias y dificultades a la hora de respirar.
La inflamación de la mucosa sinusal (sinusitis) normalmente viene asociada con la inflamación de la mucosa de la cavidad nasal (rinitis) llamándose entonces, rinosinusitis.
Es una patología muy común en la población general, puede presentarse con una gran variedad de síntomas y, en algunos casos, puede tener una importante repercusión a la calidad de vida de los pacientes.
Tipos de sinusitis
Existen dos tipos de sinusitis, que vienen determinados por la duración de la enfermedad y sus síntomas:
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Sinusitis aguda: su duración es menor a 12 semanas. Es una patología muy frecuente y se le estima una prevalencia entre el 6 y el 15%. Causada principalmente por infecciones víricas y conocida en ocasiones como catarro común. Es más habitual en las épocas invernales.
Se estima que el 0,5 y el 2% de estas rinosinusitis agudas víricas se convertirán en bacterianas, caracterizadas entonces por presencia de mucosidad purulenta, fiebre, dolor unilateral intenso, empeoramiento posterior al inicio de la recuperación. En estos casos está indicado el uso de antibióticos sistémicos.
- Sinusitis crónica: su duración es igual o mayor a 12 semanas. Con una prevalencia estimada de entre el 2 y el 16% de la población. Existen dos tipos principales: con pólipos y sin ellos. Debido a su curso crónico y su molesta sintomatología los subtipos más graves de estas sinusitis pueden generar una gran alteración de la calidad de vida del paciente.
Síntomas de la sinusitis
En la forma aguda de la sinusitis, existe dolor facial, presión, obstrucción nasal, rinorrea (flujo abundante de moco nasal), disminución del sentido del olfato y tos. También puede aparecer fiebre, dificultad respiratoria, fatiga y dolor dental.
En la sinusitis crónica puede existir: dolor facial, sensación de presión facial, congestión nasosinusal, obstrucción nasal, rinorrea espesa, rinorrea posterior y presencia de pus en la cavidad nasal.
En ocasiones puede presentar también fiebre y puede producir dolor de cabeza, dificultad para la respiración y fatiga. Los síntomas pueden persistir durante doce semanas o más.
Los síntomas más habituales son:
- Dolor facial.
- Obstrucción nasal.
- Rinorrea (mucosidad nasal).
- Goteo postnasal.
- Disminución del sentido del olfato.
- Cefaleas.
Causas de la sinusitis
Las causas principales de esta patología son las infecciones, ya sean víricas (las más frecuentes), bacterianas y fúngicas. Existen otras causas relacionadas con los mecanismos inflamatorios y del sistema inmune del propio paciente.
Factores que predisponen a la sinusitis:
- Variaciones climáticas: las estaciones más frías y el aumento de la humedad predisponen a una mayor probabilidad de padecer sinusitis.
- Tabaco: Tanto ser fumador activo como estar expuesto a su humo es un factor predisponente en esta patología.
- Exposiciones ambientales o laborales a la contaminación, a irritantes utilizados en la industria y a la exposición al humo.
- Variaciones anatómicas individuales (desviaciones septales y del tabique nasal, falta de desarrollo de los senos paranasales, un espolón óseo nasal o la presencia de pólipos nasales).
- Alergias: relación no clara con las sinusitis agudas, pero sí demostrada en el caso de la sinusitis crónica, junto con el asma.
- Enfermedades asociadas: alteraciones del aclaramiento mucociliar (los cilios o vellos que se sitúan en el interior de las aberturas paranasales no logran sacar el moco debido a alguna afección), fibrosis quística, vasculitis.
- Tener un sistema inmunológico débil, debido al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) o a tratamientos como la quimioterapia.
- Hipertrofia de adenoides (tejido linfático que se encuentra en las vías respiratorias entre la nariz y la parte posterior de la garganta).
- Sometimiento a fuerzas como la gravedad y la presión: volar, bucear, montañismo, etcétera.
¿Cómo prevenir la sinusitis?
- Evita las infecciones de las vías respiratorias altas. Trata de mantenerte alejado de las personas que tienen resfriados u otras infecciones. Lávate las manos frecuentemente con agua y jabón, en especial antes de las comidas.
- Controla tus alergias. Trabaja con tu médico para mantener los síntomas bajo control.
- Evita el humo del cigarrillo y el aire contaminado. El humo del tabaco y los contaminantes pueden irritar e inflamar los pulmones y los conductos nasales.
- Usa un humidificador. Si el aire de tu casa es seco, como cuando tienes calefacción con circulación de aire forzado, añadir humedad al aire puede ayudar a prevenir la sinusitis. Asegúrate de que el humidificador esté siempre limpio y libre de moho lavándolo minuciosamente de manera regular.